A través de las obras más representativas del teatro universal, Martínez Lax realizó un recorrido en el que destacó la importancia y relevancia de las grandes obras en la sociedad de cada momento histórico. Desde los orígenes del teatro occidental descubrió el papel reivindicador y agitador de conciencias del teatro: Othelo, Rey Lear, Fuenteovejuna… Cada época, cada tiempo, cada sociedad se refleja en la escena a través de un personaje, de una tragedia, de una obra en definitiva, aportando así una visión crítica del carácter social del teatro.
Finalmente, destacó el papel de la mujer y de los personajes femeninos en la historia escénica, un tema que precisa de continuas revisiones por su importancia (lo que nos recordó a través de personajes de la talla de Nora, Desdémona, y de otros muchos grandes tipos).
